El premio que Alejandro ganó, que todos ganamos, consistía en una excursión guiada por las Marismas de Santoña. En ella hemos podido ver aves como: la garza real, la garza imperial, garceta común, gaviotas... Todas son aves migratorias, procedentes del norte y el centro de Europa. Estas aves en invierno buscan zonas más cálidas. Algunas se quedan en Santoña a pasar el invierno y otras, hacen una escala para reponer fuerzas y seguir su camino hacia el norte de África. En este espacio natural se han observado, hasta la fecha, 121 especies de aves ligadas al medio acuático.
Cuando llegamos a Santoña nos encontramos con Luis, nuestro guía. Se encargó de proporcionarnos prismáticos para todos. Pero, lo más llamativo fue un maravilloso telescopio con el que pudimos ver las aves como si las tuviéramos al alcance de la mano.
Nos emocionamos con los prismáticos, nunca lo habíamos visto tan cerca.
Nuestro guía conocía bien la marisma y nos explicaba muy bien todo lo que nos rodeaba, aunque, como siempre, alguno tenía los oídos tapados de cera, no oía nada.
Todavía estábamos interesados en las aves, y en los prismáticos.
Una fila de hormigas rojas descansa y juega con una lagartija.
La garza imperial volvió a aparecer.
Tocaba ver patos y cisnes, pero ya estábamos muy cansados, teníamos muchas ganas de comernos el bocadillo, aunque alguno ya se había comido parte de él.
En el Pasaje de Santoña a la sombra de los árboles disfrutando del bocata.
Nos quitamos las zapatillas y jugamos en la arena, solo un poquito.
Un paseo para ver el monumento a Carrero Blanco.
Nos toca descansar con un helado, estaba muy bueno.
Un poco de juego en el parque antes de marcharnos.
Los adultos también jugaron.
Hizo bastante calor, pero lo pasamos bastante bien. Lo peor será mañana que tenemos dos exámenes.
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